Y hoy por primera vez en la historia, la tecnología nos da la capacidad de llevar a los mejores maestros y maestras de todo el mundo, a todo el mundo.
Hoy quiero hablar de uno de los últimos grandes vestigios que será arrollado por la tecnología disruptiva: la educación.
Educar parándose frente a una clase y dictar una conferencia, es arcaico. Viene del siglo XIV cuando los libros era escasos y la única forma de extender el conocimiento era reuniendo a un grupo de personas y leyéndoles los libros en voz alta.
Pero como decía hace más de 100 años el escritor y periodista norteamericano Mark Twain, medio en broma y medio en serio: “La Universidad es el único lugar donde las notas del maestro pasan a las notas del alumno sin pasar por la mente de ninguno de los dos”.
Y en parte tenía razón. Vemos en muchos modelos educativos actuales una simulación en el cual el maestro hace como que enseña y el alumno hace como que aprende.
Ya llegó el momento de emprender una revolución educativa que inspire, empodere y transforme a la nación.
Todos recordamos a algún gran maestro o maestra que nos inspiró, movió nuestra mente y nuestro corazón y cambió para siempre nuestra vida. Estos tesoros humanos son valiosísimos.
Y hoy por primera vez en la historia, la tecnología nos da la capacidad de llevar a los mejores maestros y maestras de todo el mundo, a todo el mundo.
Imagínate, antes, el erudito estaba limitado por la geografía y la dimensión del salón de clases que en promedio tenía lugar para sólo 40 alumnos. Y esto limitaba el acceso a la mejor educación al 99.99% de la humanidad.
Hoy, todo esto ha cambiado. Al poner al mismo maestro frente a una cámara y proyectar su clase en línea, se derrumban las barreras del tiempo y del espacio. Ahora ese gran maestro que inspira, motiva y conduce a la acción, lo pueden ver y escuchar no sólo 40 alumnos, sino 10 mil, 100 mil o incluso un millón. Y de pronto sucede la magia. Lo que antes le hubiese tomado al maestro 250 años de trabajo ininterrumpido, hoy lo hace en sólo uno. Wow.
Pero no termina ahí. La educación a través de las modernas plataformas tecnológicas como Coursera, Udacity, Udemy y Kahn Academy, combinan el alcance del Internet con nuevas metodologías pedagógicas que permiten personalizar la educación y presentar el contenido en un ambiente multimedia que lo hace mucho más cautivante. Y este no es un asunto menor, porque una gran parte de los alumnos que abandonan la escuela lo hacen no porque no puedan con la materia, sino porque la forma actual de enseñar es tan arcaica y aburrida que sienten que están perdiendo su tiempo. Y honestamente en muchos casos creo que tienen razón.
Se ha encontrado que al enganchar al alumno duplica su comprensión y retención y ya no falta a clase. Por lo tanto hay que hacer el aprendizaje tan entretenido como un programa de televisión y tan inmersivo como un video juego. Al igual que hay que fomentar los grupos de estudio y una rica mezcla de formación virtual y presencial.
Y hoy, esto ya empieza a convertirse en realidad. En los años por venir veremos la inclusión de la inteligencia artificial y la realidad virtual a la educación. Esto permitirá diseñar una formación realmente personalizada de acuerdo al historial, necesidades y capacidad de cada alumno, mejorando exponencialmente su comprensión, tiempo de aprendizaje y nivel de maestría.
También la realidad virtual transformará la educación en cuanto a que ya no solo permitirá a la tecnología alcanzar a cualquier persona en cualquier parte del mundo. Sino que la realidad virtual nos va a permitir trasladarnos virtualmente de la mano del maestro al lugar de hechos, ofreciéndonos una educación viva, multi-sensorial, cautivante y divertida.
Daphne Koller, la creadora y presidenta de Coursera dice: “En el siglo XXI la educación necesita convertirse en un derecho humano fundamental. Cualquiera con el interés y la motivación para mejorar deberá tener acceso gratuito, al conocimiento vital para transformar su vida, la de su familia y la de su comunidad.
Lo que es más, hemos entrado a la era del cambio implacable que demanda educación vitalicia. Por lo tanto es indispensable que todos tengamos acceso al contenido que nos permitirá aprender lo que queramos cuando queramos para expandir nuestra mente y revitalizar nuestra profesión.
Finalmente nunca hay que perder de vista que el extraordinario talento se puede encontrar en cualquier parte y que la educación es el gran motor de la equidad y el medio para disparar una ola mundial de innovación.
Detengámonos un momento a pensar. A lo mejor el próximo Einstein o Steve Jobs vive en un aislado rincón de la sierra de Oaxaca o de Chiapas y el darle acceso a la mejor formación del mundo podría revolucionar, no únicamente su vida, sino a México y a la misma humanidad.
Termino con un pensamiento de Victor Hugo: “Ningún ejército puede detener una idea a la que le ha llegado su momento.”
Buen con eso concluyo mi comentario y como siempre te recuerdo que tú eres grande y que la vida exige tu grandeza.
Escucha aquí el comentario en el noticiero de Sergio Sarmiento y Lupita Juárez: http://redfm921.com/podcast/pararse-frente-a-un-grupo-para-educar-ya-no-es-suficiente.html
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