Relaciones Interpersonales – Primera parte

Relaciones Interpersonales – Primera parte

Se dice que febrero es el mes del amor y la amistad, pero en realidad todos los días deberían serlo. Las relaciones interpersonales son el factor #1 de bienestar en la vida y aunque otros elementos como el propósito, las emociones positivas, y el desarrollo intelectual son indispensables, todas las investigaciones reconocen que las conexiones sociales son las que más impactan en nuestra vida. Uno de los problemas de nuestra sociedad que se ve reflejado en libros, películas, canciones e incluso en las imágenes que nosotros compartimos en las redes sociales, tiene que ver con el mito de “vivieron felices para siempre”. Resaltamos el noviazgo perfecto, la etapa de enamoramiento, los preparativos de la boda y la luna de miel, simplificando la vida con esta frase que hace más daño que cualquier otra cosa. Incluso entre amigos y colegas, puede haber una luna de miel, expectativas de perfección y un deseo profundo de que esas relaciones contribuirán a nuestra felicidad para siempre. Todas las relaciones conllevan retos importantes de los que tenemos que hablar para aterrizar nuestras expectativas y para ser proactivos en la construcción de nuestra relación. La felicidad en las relaciones tiene que ver con la capacidad de encontrar elementos y experiencias que promuevan el bien común, mientras que al mismo tiempo, logran identificar y coordinar las metas e intereses individuales.

En su libro “Felices para siempre”, la consultora y escritora Suzzan Pileggi Pawelski y su esposo James O. Pawelski, director de la Maestría en Psicología Aplicada de la Universidad de Pensilvania, comparten cuatro elementos indispensables para lograr que las relaciones prosperen. Ellos se enfocan principalmente en las relaciones de pareja, pero estos puntos también son importantes en todo tipo de relaciones:

  1. Promover la pasión sana: Muchos de nosotros pensamos que el amor apache es vital para una relación duradera, que la sensación de no poder vivir sin el otro, de sentir que el otro es nuestra media naranja es una de las claves del amor. Robert Vallerand, profesor de psicología social de la Universidad de Quebec dice que de hecho, este tipo de amor puede ser muy peligroso y dañino. Documenta que la pasión obsesiva es tan nociva como la ausencia de pasión en la pareja. La pasión desenfrenada se puede convertir en una pasión obsesiva que atenta nuestro bienestar. El sentir la atracción al inicio de la relación, sin dejar de vernos como individuos, y reconociendo que el otro no es perfecto, es una pasión mucho más sana que nos permite un desarrollo individual y en pareja.  
  2. Priorizar las emociones positivas: Si seguimos adelante con los mitos de las relaciones, podemos reconocer nuestra expectativa de que las relaciones positivas, deben desarrollarse exclusivamente en un ambiente de emociones positivas, como amor, alegría, entusiasmo, paz, serenidad, etc. Sin embargo, todos conocemos la realidad. En todas las relaciones hay dificultades, y muchas veces nuestra forma de ver la vida y de abordarla da origen a emociones incómodas. Emociones como la ira, la envidia, la tristeza, el dolor, entre otras nos muestran que algo importante para nosotros está en riesgo. Muy probablemente, por nuestro instinto de supervivencia, nos veamos tentados a prestarle tanta atención a esas emociones incómodas, que comenzamos a definir nuestra relación en términos absolutos y nos olvidamos del lado bueno de la otra persona. Así como es instintivo poner atención en lo que no funciona para poder mejorarlo, es indispensable priorizar las emociones positivas. Las emociones positivas expanden nuestra visión de la realidad y como dice Barbara predrickson, uno de los grandes investigadores sobre este tema, las emociones positivas crean una resonancia con el otro y se contagian. Incluso en momentos de dificultad y de grandes retos, el humor, la compasión y el buscar lo bueno, puede dotarnos de herramientas muy importantes para vivir más felices con los demás.
  3.  Saborear las experiencias positivas juntos: Saborear las experiencias va más allá de sentir algo bonito, tiene que ver con reconocerlas y darles un espacio en nuestra conciencia para ayudarlas a expandirse. Según Bryant y Veroff saborear es el proceso que se encuentra debajo de atender, apreciar y aumentar las experiencias positivas. Hablamos de notar los pequeños detalles, de agradecer, de expresar explícitamente nuestro aprecio, de recordar experiencias positivas del pasado detalladamente, y de imaginarnos situaciones del futuro común que nos llenen de emoción y anticipación. Saborear con la pareja o con amigos nos ayuda a sentirnos queridos, acompañados, apoyados, y a valorar nuestra propia existencia.
  4. Buscar activamente las fortalezas de la otra persona: Cuando estamos inmersos en relaciones, muchas veces ponemos atención en lo que nos molesta de la otra persona, en lugar de fijarnos en sus cualidades. Reconocer, apreciar y ayudar a encender las fortalezas de nuestra pareja, hijos, amigos y colegas, es uno de los regalos más grandes que podemos darles. Muchas relaciones se tornan densas por poner una atención exclusiva en aquello que el otro/ a debe cambiar. Para las relaciones duraderas, cultivar la curiosidad y enfocarnos intencionalmente en las el lado luminoso propio y del otro es vital. Como dice Tal Ben-Shahar “Cuando aprecias lo bueno, lo bueno se aprecia”. Un buen amigo y una buena pareja logra ver en nosotros el oro molido a pesar de los desafiaos, son aquellos que con amor y cariño nos impulsan a ser mejores, nos hablan con la verdad y quieren vernos crecer en todos los aspectos de nuestras vidas.

“Los amigos se miran en un espejo; a través de ese espejo, pueden verse unos a otros de maneras que de otro modo no serían accesibles para ellos, y es este reflejo lo que les ayuda a mejorar como personas” Aristóteles

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