La resiliencia en el cuerpo

La resiliencia en el cuerpo

//Por Gloria Park, Laryssa Kundanmal Eudaimonic by Design//

¿QUÉ?

Nuestros cuerpos y mentes están profundamente conectados. Parecería que la resiliencia es algo que ocurre solo en la mente, pero el cuerpo provee una base esencial para la salud y el bienestar psicológico en general.

¿POR QUÉ?

Ser resilientes requiere de recursos tanto físicos como mentales. Cuando estamos agotados/as, somos más propensos/as a rumiar y pensar de manera poco productiva, y somos menos capaces de regular nuestros pensamientos y emociones de forma efectiva. Energizarnos con la alimentación correcta, descansar lo suficiente y estar físicamente activos/as sientan las bases necesarias para mantenernos resilientes durante los tiempos más difíciles.

¿CÓMO PUEDO UTILIZARLO?

Fomenta tu resiliencia prestando mayor atención a la triada de influencias fisiológicas para el bienestar. Concéntrate en cómo comes, cómo duermes y cómo te mueves

Comida

En tiempos de crisis, o cuando salimos de nuestra rutina habitual, es muy fácil caer en malos hábitos de alimentación. Sé consciente de la comida que eliges para manejar mejor el estrés y protegerte de sus efectos negativos.

  • Date cuenta de lo que el estrés pone en tu plato. Los niveles altos de cortisol pueden incrementar nuestro apetito y provocar que nuestros cuerpos tengan antojo de alimentos altos en azúcar y carbohidratos. Está bien darse un gusto de vez en cuando, pero ten refrigerios saludables a la mano y haz tus comidas de manera regular para mantenerte con energía.
  • Revisa tu ingesta de nutrientes. Nuevos estudios científicos demuestran que la ingesta de nutrientes puede tener un impacto en la salud mental. Los alimentos ricos en magnesio pueden disminuir la ansiedad apoyando una función inmunológica saludable y regulando el pulso. Incrementar las bacterias intestinales saludables a través de suplementos probióticos, o de alimentos naturales como el yogurt, puede ayudar a reducir la ansiedad y tener un impacto positivo en el sistema nervioso central. La depresión y la ansiedad pueden estar ligadas a niveles bajos de antioxidantes, de forma que consumir alimentos altos en antioxidantes, como frijoles, bayas, nueces y vegetales puede protegernos contra el estrés tóxico.
  • Saborea. Quita el pie del acelerador al comer y disfruta cada bocado. Darte el tiempo de apreciar y degustar la comida puede evitar que comas de más, ayudar a regular tu ingesta y fortalecer la relación que tienes con lo que le das a tu cuerpo.

Movimiento

Si te sientes cansado/a o abrumado/a, quizá lo último que quieras hacer sea ejercitarte, pero mantenerte activo/a físicamente puede darle grandes dividendos a tu salud mental. 

  • Ponte de pie. Muchos trabajos modernos son sedentarios y requieren que la gente permanezca en un escritorio por largos periodos de tiempo. Encontrar una forma de ponerte de pie, e incorporar incluso pequeños movimientos en una estación de trabajo de pie, puede ser un apoyo para la salud y la productividad en general.
  • Busca más formas de moverte. El ejercicio no tiene que ser intenso para gozar de sus beneficios para la salud mental. Estudios científicos demuestran que dosis pequeñas de actividad – o simplemente encontrar formas de incorporar más movimiento a lo largo del día, ya sea trotando, haciendo la jardinería o limpiando la casa – pueden reducir el riesgo de desarrollar depresión.
  • Goza moverte. El movimiento es una forma de expresar algunos de los placeres más básicos de ser humanos. Puede sentar las bases para estimular nuestras necesidades básicas como la competencia, la conexión y la autonomía. El movimiento también puede conectarte con un sentido de compasión más profundo hacia ti mismo y hacia los/as demás, así como ser un vehículo para aprender sobre la valentía, la resiliencia y la autoeficacia.
  • Pasa tiempo en el exterior. Salir de la casa u oficina y entrar en contacto con la naturaleza puede reducir el estrés y la ansiedad, generar emociones positivas y ayudar a afinar tus conocimientos.

Sueño

El sueño tiene un impacto poderoso en el estado de ánimo, la cognición y el funcionamiento en general. Si bien puede ser difícil dormir las ocho horas de sueño recomendadas todas las noches, hacerlo puede mejorar el desempeño y el bienestar de manera profunda.

  • Sé constante en tu hora de dormir.  Incluso si tus demás rutinas cotidianas se ven alteradas, mantén horarios regulares para dormir y despertar. Esto ayudará a tu cuerpo a regular los ritmos circadianos que te ayudan a conciliar el sueño y a permanecer dormido/a durante toda la noche.
  • Planea tu descanso. Según los expertos del sueño, la temperatura ambiente ideal para un sueño óptimo es entre 15 y 18°C. Usa cortinas que bloqueen la luz natural e invierte en ropa de cama cómoda.
  • Ponle un alto a los ladrones del sueño. Consumir cafeína muy tarde en el día o ejercitarte poco antes de ir a la cama puede alterar tus patrones de sueño. Los dispositivos como las  computadoras portátiles y los teléfonos inteligentes emiten una luz de longitud de onda azul, haciéndole creer a tu cerebro que es de día. Reduce tu exposición a esta luz azul al menos una hora antes de ir a la cama y, si es posible, mantén tus dispositivos lejos de donde duermes.

RECURSOS EN INGLÉS

AUTORES

Gloria Park, Laryssa Kundanmal

Eudaimonic by Design es una red global de consultores y facilitadores que comparten una pasión por la ciencia del bienestar y creen que las organizaciones deben estar diseñadas para habilitarlo. Aprovechamos lo mejor del pensamiento académico y años de experiencia práctica para ayudar a la gente a sostener su compromiso, actuar éticamente y buscar la excelencia.

Instituto de Bienestar Integral  es una institución basada en la colaboración y el amor por servir, comprometida con el desarrollo, impartición e implementación de programas que facilitan un proceso de transformación a nivel personal y profesional. Nuestros programas se basan en investigaciones científicas del campo de la psicología positiva y la ciencia del bienestar para promover el florecimiento individual, familiar, organizacional y social.

Con la implementación de herramientas de la psicología positiva en tu lugar de trabajo podrás:
* Reducir los niveles de estrés.
* Fomentar el desarrollo de fortalezas.
* Mejorar el rendimiento y la producción.
* Disminuir el ausentismo laboral.
* Construir equipos de trabajo positivos.

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